Cómo evitar que tus seguros de vida se queden sin cobrar. Tres tips.

Miguel tiene 23 años está por terminar la universidad este año. Es el mayor de tres hermanos. Su papá y su mamá fallecieron hace siete años en un accidente de auto en la carretera, cuando él tenía 16, su hermana Braulia 13 años y su pequeño hermano Josue ocho años. Hace dos meses Miguel empezó a poner en regla algunos papeles de sus papás. Necesitaba escriturar la casa y algunos documentos para poder tramitar su Título universitario. Entre los documentos encontró tres pólizas de seguro de vida. Dos eran de su papá y una de su mamá. En todas él y sus hermanos eran los beneficiarios.

Cuando Miguel se enteró de ello recordó todos los años en que había pasado penurias económicas  que habían tenido que pasar él y sus hermanos desde que murieron sus padres porque se tuvieron que quedar al cuidado de su abuela materna, que con muchos trabajos podía mantenerlos. Después de encontrar las pólizas se dió a la tarea de ver si podía cobrarlos o podía rescatar algo. Entro a Internet y leyó el post que escribí sobre cómo saber, si un familiar fallecido tenia seguro de viday si eres beneficiario. Es entonces que me mandó un correo para saber si después de siete años se podían reclamar las pólizas. ¿Qué creen que le respondí?… qué sí podía reclamarlo. A pesar de que el tiempo máximo para reclamar un seguro de vida es de cinco años, este plazo inicia desde que los beneficiarios se enteran de que lo eran.

Esta historia tuvo un final feliz. Después de un par de meses tramitando todos ante las aseguradoras Miguel y sus hermanos pudieron cobrar los seguros de vida de sus padres fallecidos. Como él es el Albacea de sus hermanos hasta la mayoría de edad, la suma de Josue le fue entregada para que pudieran abrir una cuenta a nombre de su hermano.¿Qué hubiera pasado si  Miguel no hubiera  encontrado las pólizas? Desafortundamente se hubieran quedado sin cobrar. Aunque te parezca increíble, en la actualidad el número de seguros de vida  que se quedan sin cobrar, porque los beneficiarios no saben que los son es muy grande. Es por eso que me dí a la tarea de escribirte esto, de hacerte el vídeo y darte tres tips para que tus seguros de vida no se queden sin cobrar y a tus hijos y beneficiarios no les pase lo que a Miguel. Empecemos.

  1. Pídele a una persona que lo haga por ti. Puede ser tu agente de seguros, que es el primer enterado de quiénes son tus beneficiarios. Proporcionarle todos los datos de cómo los puede contactar en caso necesario. Otra persona que puede ayudarte es alguien es asistente personal si es que la tienes. Si no quieres que ninguno de los anteriores les diga entonces busca un familiar de confianza un amigo.

  2. Deja una carta con instrucciones. A veces con un escrito que contenga indicaciones de “qué hacer en caso de…” puede  ser de mucha ayuda. De hecho esa carta puede ser muy simple y puedes dejársela a alguien de tu confianza. Si no puedes hacerla o crees que eso no es para ti entonces …

  3. Ten un lugar donde guardar documentos importantes. Y lo más importante es que tus familiares lo sepan. Si no quieres enseñarles lo que guardas  ahí no importa. De hecho no es necesario. Lo importante es que sepan que ahí guardas los documentos importantes. Muchos familiares han buscado ahí donde sabían que la persona fallecida guardaba las cosas importantes y han encontrado pólizas.  

Estos son sólo algunos tips iniciales para evitar que tus seguros de vida se queden sin cobrar. No son todos ni la lista es muy larga. El objetivo es que sepas lo importante que es el hecho de buscar formas de avisarles a tus beneficiarios. ¿Tú qué harías para avisarles? ¿Qué otras opciones buscarías? Eso es lo más importante al final de día. Que puedas compartirnos tu opinión para un tema tan importante.

Por hoy es todo, espero pronto poder darte algunos otros tips o consejos sobre cómo evitar que tus seguros de vida se queden sin cobrar. También espero poder hablarte de opciones seguras para que el dinero de tu seguro de vida sea entregado a tus beneficiarios, por ejemplo por medio de un Fideicomiso. Pero ese es tema de otro día. Por hoy te pido por favor que te cuides mucho. Nos vemos pronto.

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3 tips para enseñarles a nuestros hijos a ahorrar

Desde antes de ser papá recuerdo que pensaba en cómo serían mis hijos. La verdad es que me moría de ganas de conocerlos. Cuando me enteré de que iba ser padre me hice una serie de promesas de cambio y mejora personal. Cambios que hicieran sentir a mi hijo ( ya sabía que iba a ser niño) orgulloso de mi.  Recordé el día que mi papá me dijo que todo lo que él me había dado, poco o mucho, ni tenía que pagarselo, que él lo había hecho con gusto para que sus hijos tuviéramos una vida mejor que la que él tuvo. “A ti te toca darles a tus hijos una educación y una vida mejor que la yo te di a ti, ese es el pago” me dijo. Mi padre decía que era una ley de la vida que los padres debemos educar a nuestros hijos mejor que cómo lo hicieron con nosotros.

Partiendo de esa base es que desde antes de que mi hijo naciera decidí mejorar mi relación con el dinero. Fue ahí donde me volví más cuidadoso con los gastos. Con el tiempo me volví hasta obsesivo con el tema del dinero. De cuidarlos, ahorrarlo y hacerlo crecer. Decidí que debía mejorar algunas cosas que, desde niño, aprendí sobre el dinero. Una de las promesas que me hice es que le iba a enseñar a mi hijo a tener una relación sana con el dinero. A que ser rico está bien. A que tener mucho dinero es bueno siempre y cuando uno lo haya generado de forma honesta. También debería aprender que ahorrar era una parte clave.

Como te dije antes, me volví obsesionado con el tema. De repente descubrí que a la hora de enseñar a mi hijo sobre el dinero estaba presionándolo de más. Recuerdo que desde muy pequeño él pensaba en cómo podía ganar vendiendo dulces o cosas.  Es un niño muy emprendedor. De un tiempo a la fecha, como ya te conté antes, él dejó de ahorrar y además de gastarse el dinero. Después de varios intentos por ayudarle  “regresarlo al buen camino” me di cuenta que podría estarlo presionando de más y que lo podía estar “artando” o aburriendo con tantos conceptos. Es por eso que decidí relajarme un poco. Descubrí tres cosas que los padres podemos hacer para hacer el proceso de enseñanza un poco más divertido.

  1. Un niño es un niño. NO es un adulto. Por más madurez que nuestros hijos puedan tener a los 12 años sus conceptos y nociones sobre el ahorro, el dinero, y la vida en general, son muy diferentes a los que podemos tener los adultos. Debemos hablar con ellos sobre temas de dinero con conceptos de acuerdo a su edad. Las Tarjetas de crédito, por ejemplo, son percibidas muy diferentes por ellos que por nosotros que tenemos que pagarlas. Debemos enseñarles por ejemplo que…

  2. El Cajero Automático no es una “Fábrica de Dinero” o una “Caja Mágica” que escupe billetes cada vez que tú quieras. Esa puede ser una gran oportunidad para que, como un juego, les podamos explicar que quien fabrica el dinero somos nosotros con nuestro trabajo. Debemos buscar formas divertidas para explicarles. La Ciudad de los Niños puede ser un excelente aliado en el tema. Y créanme es una de las mejores formas para enseñarles sobre trabajo, dinero y ahorro. Finalmente podemos…

  3. Comprarles una alcancía transparente. De esta forma ellos podrán ver el dinero y así dejará de ser un tema abstracto para ellos. Lo van a ver todo el tiempo. Cada vez que pongan un poco de dinero en ella verán que se llena. Podemos usar una línea que marque cuando han llegado a un objetivo de ahorro. La alcancía de hecho puede ser un personaje que sea el favorito de ellos. Créanme que eso hará el tema menos aburrido.

Finalmente recordemos que el ahorro es un hábito y como tal lleva un tiempo en quedar arraigado en nuestros hijos. La paciencia puede ser uno de nuestros mejores aliados en este camino de la enseñanza de tener una relación sana con el dinero. Debemos tener presente que ellos son niños y que lo que hagan hoy con diversión será algo que disfruten toda la vida.

Por hoy es todo lo que quería compartir contigo. Estos son tres tips que estoy pensando retomar con mi hijo el tema del dinero. ¡Cuídate mucho!

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Cómo ayudarles a los niños a empezar a ahorrar.

Platicando un poco más con mi hijo mayor sobre por qué no le gusta ahorrar  descubrí que está pasando por una etapa de acoplamiento. Ahorrar no es algo natural en los niños. ¿Por qué? Porque ellos viven en el presente. Casi no tienen noción del futuro. Ahorrar implica saber que en un futuro se podrá comprar algo mejor que lo que hoy pueden comprar o que las cosas en el futuro pueden escasear. Eso a los niños no les resulta fácil de entender. Un principio en Economía dice que los ingresos de una persona son limitados. Que no puede comprar todo lo que hay. Existe un límite y ése es el el ingreso máximo que una persona tiene.

Recuerdo que de muy pequeño, como a los tres o cuatro años, llevaba a mi hijo a que me acompañara al Cajero Automático a retirar dinero. Él, como la mayorías de los niños de sus edad, supongo, dedujo que el cajero era como una fábrica de dinero. Recuerdo que un día que me pidió dinero para algo, y le dije que no tenía, fue a sacar mi tarjeta de la cartera y me dijo: “Sí tienes mira acá está, vamos a la máquina” lo cual me arrancó una carcajada. Si tienes hijos pequeños es muy probable que hayas pasado por algo similar. Lo complicado para mi vino cuando intenté explicarle de dónde salia ese dinero. Cosa nada fácil.

Explicarle a un niño de esa edad que el dinero proviene de trabajar, después explicarle en qué consiste tu trabajo puede resultar todo un reto. Ahora imagina intentar explicarle el principio de Economía que comenté anteriormente. Misión que puede sonar casi imposible. Recuerdo las ocasiones en que he tenido que explicarles a mis hijos en qué consiste mi trabajo y cómo es que me pagan. No logran entender que el Cajero Automático no es esa máquina mágica que fabrica el dinero. Más difícil les puede resultar entenderlo de un papá que se dedica a los seguros y además tiene su oficina en la casa. Si los lleva a la escuela todos los días y va a recogerlos, es normal que se pregunten ¿ A qué hora trabaja mi papá?

los niños se preguntan ¿Para qué guardar dinero? Si me hace falta sólo voy a la maquinita y sacamos más. Los niños viven sólo el presente. Pensar en el futuro es algo que les resulta muy abstracto. No es algo que puedan tocar. La noción del futuro es algo básico para el ahorro.  Ellos se debaten entre el presente y el futuro. Entre esas dos situaciones tienen miles de opciones divertidas en las cuales gastar el dinero que reciben. ¿Me gasto mi dinero o lo guardo? es tal vez la pregunta que más les ronda la cabeza. No debe ser fácil para ellos debatirse entre esa pregunta que hasta para los adultos nos resulta todo un reto.

¿Quieres ver la especie de Mapa Mental que elaboré?

 

Cuando platiqué un poco más a fondo con mi hijo me di cuenta que ellos reciben cualquier cantidad de información y que les puede resultar muy complicado procesar. La mayoría de las veces ellos optan por el placer y la diversión que se obtiene del comprar juguetes o cosas que dan diversión en el presente. Sus padres a veces olvidamos que ellos pasan por etapas de aprendizaje y a veces intentamos forzarlos a tomar decisiones de adultos. Les infundimos miedo sobre que en el futuro la economía puede no ser tan buena y tantas cosas más que para ellos pueden resultar abrumadoras. A los adultos a veces se nos olvida que un niño de cuatro o cinco años no aprende igual que uno de 12. Es como querer enseñar los mismos conceptos a un niño de Kinder que a uno que está a punto de pasar a la secundaria.

Con este reto que se me ha presentado con mi hijo he decidido escribir algunos tips que nos puedan ayudar a enseñarles a los niños a ahorrar. Algunos consejos que nos permitan hacerles más divertido o menos aburrido el camino de adquirir ese poderoso hábito que les va a ayudar mucho a lo largo de su vida: el hábito de guardar dinero para el futuro. Mañana publicaré aquí algunos puntos que creo nos pueden ayudar a todos.

Dejame saber qué opinas del tema y dime qué opinas del diagrama o Mapa Mental que elaboré para este ilustrar este escrito. Este reto puede ayudarnos a entender mejor el concepto y, si no lo tenemos nosotros, adquirirlo junto con ellos.

 

Por lo pronto cuídate mucho.

Por qué a los niños no les gusta ahorrar

Comprar cosas y gastar el dinero es una  experiencia sin duda  muy divertida. Ahorrar, por otro lado, puede ser tremendamente aburrido. Concluí lo anterior después de platicar con mi hijo mayor sobre el ahorro. Cuando era más pequeño él solía ser muy ahorrador. De un tiempo a la fecha descubrí que no tenía nada ahorrado y que además cualquier dinero que le llegaba ( por domingos o trabajos) se lo gastaba rápidamente. Le dió por empezar a gastar todo lo que le llegaba a las manos y a comprar y comprar. Primero empecé a bromear con él sobre que estaba siendo víctima de los ataques de compras. Después me preocupé un poco y decidí preguntarle sutilmente ( eso digo verdad) que por qué ya no ahorraba. “Es que no me gusta ahorrar”, me dijo. Su respuesta fue tan contundente que me dejó helado. Me quedé mudo. Sin saber qué decirle.

Uno de los primeros impulsos que tuve fue decirle, y tirarle un largo rollo, sobre lo importante que es ahorrar, guardar dinero para el futuro y todas las ventajas que tiene el ahorrar. Después, me enoje un poco y pensé en regañarlo y decirle que no tenía opción que iba a ahorrar porque era obligación no una opción. Me detuve. Lo que hice fue preguntarme ¿Cuánto ahorraba yo a su edad? NADA. La respuesta me dejó más helado y me dió la pauta para empezar a ponerme en sus zapatos. La mayoría de sus amigos tiene cosas y compra cosas que, para los niños son muy divertidas: iPods, teléfonos celulares, vídeo-juegos, tarjetas prepagadas para comprar musica en iTunes y muchas más opciones divertidas.  A mi hijo, por logica, se le antoja tener todo lo que sus amigos tienen.

Reflexioné que mi hijo vive en una época diferente a la mía y que el reto que como niño enfrenta es mayor que el que yo enfrentaba a su edad. Vive en una éra de mayor consumismo que ha existido en la historia del país. De niño, yo tenía mucho menos dinero que él y miles de opciones menores de productos. El universo de cosas que yo deseaba comprar no llegaba a 20. Un balón, un disco, una bicicleta, una camisa, unos tenis que me encantaban y 15 cosas más a lo mucho. Él, sin temor a equivocarme tiene cientos o hasta miles de opciones. La mercadotecnia (que por cierto es mi carrera) dedica miles de horas para crear productos  y servicios que resulten atractivos a los niños. De hecho es el sector o “Target” al que más dedican tiempo. Todo buen mercadologo lo que busca es conquistar al mundo de los niños.

Lo anterior me llevó a entender el gran reto que enfrenta mi hijo el día de hoy. Ser bombardeado por tantas opciones de cosas divertidas que comprar. La buena noticia es que no me hizo encontrar argumentos suficientes para decir “Está bien que no ahorre, es sólo un niño, ya lo hará de grande” la verdad es que me dejó pensando en que enfrenté tengo un gran reto: ayudarle a encontrar el equilibrio entre una y otra cosa. Debo enseñarle a disfrutar sus compras. Comprar cosas no es malo. El detalle es que debo enseñarle a disfrutar del ahorro.

Comprar es malo cuando después de hacerlo sentimos culpa y siempre estamos compre y compre y después de un tiempo terminamos deprimidos y en espera de tener más dinero para comprar. Para enseñarle esto, o ayudarle a descubrirlo, es importante que le pregunte, y esté atento, a sus estados de ánimo cuando compra y a qué pasa después. Deberé ayudarle a estar en contacto con esos sentimientos y a controlarlos. Finalmente descubrí que debo ayudarle a buscar un meta de corto, mediano y largo plazo, que pueda hacer realidad con dinero. Deberé encontrar formas de hacerle divertido y emocionante el camino del ahorro. A pensar un poco en el futuro. Como niño él todavía puede no tener mucha noción de ello.

Debo ayudarle a descubrir que el tiempo puede ser su mejor aliado y que le puede ayudar a que su ahorro crezca y se haga más. Él es muy emprendedor y deberé apoyarlo más para que pueda emprender un negocio con su ahorro. Al final se trata de que me adapte a su tipo de personalidad y no al mio. Mi hijo me enseñó,  con su respuesta que las finanzas personales son eso: personales. También me enseñó que el camino para aprender a ahorrar puede ser largo y que es un hábito que hay que reforzar cada día. El camino es largo y de hecho es un trabajo de toda la vida. Es un reto que acepté con gusto porque sería incongruente si todo el tiempo te estoy dando a tu razones para que ahorres y no pueda transmitirlo a mi hijo.

Espero poder escribir pronto una lista de cinco formas para enseñarles a los niños a ahorrar. También espero poder escribirte algunas razones para hacer que el ahorro sea más divertido para ti. Por lo pronto cuidate mucho y dejame saber qué opinas sobre el tema de enseñarles a los niños la importancia de ahorrar. Es un camino que, para los que tenemos la fortuna de ser sus padres, puede ser largo pero también divertido. Finalmente las enseñanzas del dinero y las emociones es parte de la educación integral que debemos darles. También es una gran oportunidad para aprender de ellos. Yo siempre aprendo mucho de mi hijo. Junto con su hermano es mi gran maestro de la vida.

Qué es la Muerte Económica, cómo protegerse de ella y por qué cantidad hacerlo.

Todas las mañanas pienso en ti. Ya lo sabes. Hoy no fue la excepción, Pensé en ti levantándote muy temprano, antes de las siete de la mañana, para bañarte antes de ir al trabajo. Ni te dió tiempo de desayunar y saliste corriendo. Te enfrentaste al tráfico de la Ciudad y te pusiste a pensar. A tu mente vienen las cosas que espera hacer en un futuro. las que esperas dentro de unos años,como también las que esperas hacer esta semana. Te vi pensando, por ejemplo, en la fiesta que quieres hacer en tu casa el fin de semana, para reunirte con tus amigos y tu familia. Estabas en el semáforo y te vi sonreir mientras esperabas. Ese sólo pensamiento te alegró el camino al trabajo.

Después te vi por la tarde, al salir de tu trabajo, sufriste un accidente. Te llevaron al hospital y los médicos dijeron que no sabían si podrías vivir. Llegaste muy mal. Me sentí muy triste por ti. Escuché decir a los médicos que tal vez no te salvarías y que si lo hacías era muy probable que no pudieras mover todo tu cuerpo, que sólo podrías mover la cabeza. Vería y sentirás todo lo que pasa a tu alrededor. Casi se me salen las lagrimas cuando los escuche. Sentí un fuerte nudo en la garganta. Me dio mucha tristeza por tí. Estabas tan feliz por la mañana con tu fiesta del fin de semana. No regresaste a tu casa ese día.

Lo que más tristeza me dio es cuando llegaron tus papás y tus hermanos a verte. Fue un momento muy doloroso. Los doctores les confirmaron el diagnóstico. Si te ibas a salvar sólo que no podrías mover ninguna parte de tu cuerpo de la cabeza para abajo. Tu mamá no pudo más y se soltó en llanto. No podía parar. Solo la escuche decir “Ahora ¿Qué vamos a hacer?, tantos proyectos que tenía”. Lo peor vino semanas después cuando saliste del hospital y en tu trabajo dijeron que te pagarían la indemnización correspondiente pero que no podían seguirte dando trabajo. Tu indemnización de ley fueron 130 mil pesos. Sentí un dolor en el pecho de saber que no tenias ningún seguro adicional contratado por ti. Me sentí muy mal de verte que acababas de sufrir una Muerte Económica. Igual que tu mamá no pude aguantarme más el llanto.

Lo que te acabo de contar es sólo lo que pensé. Afortunadamente no pasó. Espero que te encuentres muy bien. La Muerte Económica es algo de lo que te he hablado desde hace muchos años. A pesar de haber dicho muchas veces qué es, y a qué me refiero con ello, las dudas siguen. Es por eso que decidí hacer este vídeo para que el concepto te quede muy claro.

La Muerte Económica es el evento que enfrenta una persona al no poder seguir generando ingresos por una Invalidez Total y Permanente. Bien sea por una enfermedad o accidente.Tal como el caso que te acabo de platicar que me imagine que de ti.

¿Quién está expuesto a sufrirla? Todas las personas, que sin importar su estado civil, generan ingresos. Así como tú.

¿Cómo te puedes  pueden proteger de una Muerte Económica? Por medio de un seguro de vida. El único medio hoy en México por el cual, una persona como tú, se puede proteger de una Invalidez Total y Permanente. Es, de hecho, la forma más económica y segura de hacerlo.

¿Por cuánto debes protegerte ? Por lo menos por cinco ó 10 años de su ingreso.

Esa es mi recomendación.

¿Sabes que es lo mejor de esta historia? Que es muy probable que estés bien. Lo sé porque estás leyendo esto. Y entonces todavía estás a tiempo de hacer algo para protegerte bien. Mi deseo es que NUNCA pases por algo así en tu vida. Espero que siempre estés bien, pero quiero que si te toca enfrentar algo así tengas la tranquilidad financiera que te brinde la oportunidad de enfrentarlo sin dejar de generar ingreso para ti. Quiero que no te conviertas en una carga para nadie.Eso es lo que quiero para ti.

Por hoy es todo lo que te quería contar. Te pido por favor que te cuides mucho.

Si necesitas asesoría sobre cómo contratar una buena cobertura de Muerte Económica ya sabes qué hacer.