Los agentes de seguros son amarillistas y sensacionalistas

Tal vez con lo que te cuento en esta columna a veces te parezca que soy amarillista, sensacionalista o no sepas cómo llamarle. Los temas que trato aquí son temas que a la mayoría de las personas no les gusta tocar.

De los cuales, sí puede, los evita. No le gustan. Hablar de la posible muerte prematura no es una cosa fácil para nadie. Lo sé. Menos de la posibilidad de enfermarse o llegar a invalidarse total y permanentemente. Hablar de un posible accidente catastrófico al manejar un auto es algo que les puede llegar a estresar. Sin duda. Hablar de cosas de dinero y de la posibilidad de vivir muchos años y no tener el dinero suficiente para vivir es un tema desagradable para todos. De todo eso estoy consciente. Llevo muchos años hablando de estos temas con mis asegurados.

El hecho que las cosas pasan. Las personas se mueren, enferman, se accidentan, envejecen y pueden hacerlo sin dinero. Eso pasa todos los días. Prefiero hacerte sentir un poco de incomodidad contándote estas cosas, que por cierto están basadas en hechos reales, y que hagas algo para prevenir que te pasen a ti sin tener un seguro de por medio que te dé el respaldo y la tranquilidad financiera, a que te pase algo de eso y no tengas los medios para hacerle frente.

Yo he tenido la “mala suerte” de recibir la noticia de que uno de mis amigos de la infancia falleció en un accidente a bordo de un autobús, quien me lo anunció fue su esposa. Regresaba de trabajar de Toluca el primer día del año cuando había que regresar a laborar. Se quedó dormido en el camino.

Los doctores dicen que le dio un infarto. Apenas hacía un mes acababa de festejar el cumpleaños número tres de su hijo y estaba feliz de que su siguiente hija tenía algunos meses de nacida. No tenía seguro de vida. ¿Sabes qué se siente llegar al funeral a ver a sus esposa? ¡Se siente de la chinada! Perdón, pero es la palabra más adecuada que encontré para describir lo que sentí al ver a su esposa, a sus dos hijos que dependían del dinero que él llevaba a casa. La cara de angustia de ella en medio de su dolor es algo que quiero evitar que a alguien le suceda de nuevo.

Hace dos semanas me habló mi amigo Gabriel. Manejando en la carretera de Cuernavaca se involucró en un accidente. Un trailer de una cervecería se les vino encima a su auto y dos más. Con todo y la plataforma él, milagrosamente, salió vivo del accidente. Sus dos acompañantes tuvieron lesiones  graves. El conductor del trailer había consumido drogas.

Su aseguradora no se quiso hacer responsable de los gastos de nadie. Mi amigo quedó hospitalizado y en calidad de detenido. La suma de su seguro era insuficiente para pagar a sus ocupantes. Tuvo que firmar unos papeles de pago en el hospital. No tenía dinero para pagar eso. Después de enfrentar un proceso legal, Gabriel quedó libre. Siente que salir vivo y libre es un milagro.

Como puedes ver, esas cosas le pasan a las personas. Quieras o no verlo. Si eso te parece amarillista o sensacionalista, lo siento. Intento contar los hechos con el menor morbo posible. El objetivo es que veas y seas consciente que ni tú ni yo estamos exentos de que algo así nos pase.

Lo que busco es una forma de llamar tu atención ante estos hechos y despertar tu conciencia de que mucho de lo malo de esas cosas se pueden prevenir con seguros. Sí, busco llamar tu atención y que hagas algo al respecto para que tengas en tu vida paz y tranquilidad financiera.

Y te tengo noticias: lo voy a seguir haciendo porque no he encontrado una mejor forma de hacerlo, y sobre todo que sea efectiva para ti. Sé que mi trabajo puede ser tomado como pesimista, lo sé, pero es un riesgo que estoy dispuesto a correr si de esa forma logro que hagas algo al respecto. Quiero hacerte sentir incomodidad por posponer decisiones respecto a los seguros. Eso es lo que encontrarás a veces aquí en esta columna. Espero te arriesgues a seguirme leyendo. Nos vemos el próximo martes. Cuídate mucho.

Publicado en Capital de México el 11 de septiembre de 2014.

1 comentario
  1. Alex
    Alex Dice:

    Hola, disculpe pero quiero comprar un seguro de gastos médicos. ¿Las asesorías con usted tienen algún costo o sólo cuando me decida a comprar un seguro determinado? Me encuentro en la ciudad de méxico.

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