Tu seguro es como ese par de zapatos de lujo
Por Regina Reyes-Heroles C.
En Twitter @vivircomoreina
Blog: Vivir como reina y gastar como plebeya
Cuando Previsión Financiera me pidió que escribiera un post sobre el pago de la prima de un seguro comparada con la compra de un par de zapatos o un vestido de marca, me sorprendí. Un objeto de lujo, algo que se adquiere para consentirse, ¿se puede comparar con una previsión?
Es innegable que existe la triste percepción de que un seguro es una adquisición cara, y a veces, un lujo. Tanto, que sólo un 5% de los mexicanos tienen seguros de gastos médicos mayores o menos de la mitad de los automóviles que circulan cuentan con seguro.
Pasamos por la vida admirando los aparadores de las tiendas finas –casi salivando- y somos capaces de ahorrar un porcentaje de nuestros sueldos para adquirir ese collar, ese cinturón, el traje o la corbata de miles de pesos, pero pagar una prima –que en muchas ocasiones puede costar menos que el vestido- nos parece una pérdida de dinero. Y hasta donde yo sé, nadie contacta a un asesor de seguros porque salivó al ver la publicidad de una aseguradora…
“Para qué pagar por un seguro –nunca lo voy a utilizar- sería como llamar a la mala suerte”, hemos escuchado cientos de veces. Otra frase que seguro dicen sus conocidos: “Un buen par de zapatos o un buen traje son una inversión a largo plazo, te pueden hasta conseguir el trabajo que quieres”.
Ambos comentarios tienen cierta razón. Invertir en tu imagen puede conseguirte el trabajo o el negocio que quieres, así que ahorrar para conseguir un vestido que te gusta no es negativo. Si este objeto te va a producir cierto placer también valida el gasto. El seguro, por su parte, parte de ser una previsión para no dañar tu patrimonio y la idea básica es que no lo utilices nunca. El seguro se paga por si te sucede algo que definitivamente no quieres que te pase: un accidente automovilístico, una enfermedad grave, un huracán que tire tu casa. PERO si esto llegara a pasar, la idea es que con el seguro no tendrás que desembolsar todo el dinero que tienes para sobrevivir el mal rato.
¿Por qué hay a quien le cuesta más trabajo ahorrar para pagar la prima de un seguro?
El seguro es un bien intangible, mientras que una linda corbata es algo que causa placer inmediato. Nadie te festeja que tengas un seguro, mientras que te sonrojarás cuando te chuleen la prenda lujosa los compañeros de trabajo. Eso es cierto… Sólo recuerda: la suela de los zapatos también se acaba, la moda pasa y el color de esta temporada no será el mismo en la siguiente. Tendrás que volver a pagar por otro traje o un vestido nuevo. Y no importa, porque quizá la siguiente vez que lo hagas sí consigas cerrar el negocio.
Lo mismo con tu seguro… ya no lo usaste este año (felicidades, sigues sano), pero más vale volver a pagar para que sigas preparado para cualquier eventualidad.
¿A poco no vale la pena hacer un esfuerzo y ahorrar por el seguro y el objeto de lujo?
Siempre que toca pagar el seguro me da un poco de estrés porque sí que es una buena cantidad de dinero! Con este punto de vista tengo más elementos para tranquilizarme mentalmente sabiendo que es una idea tan maravillosa como una 2.55 de Chanel… 😉
Es muy simpática la lógica de que si no usaste el seguro no lo «desquitaste», pero así pensamos a veces y por eso nos agarran en curva