El agente de seguros, víctima de las circunstancias.
Los últimos días he dedicado tiempo a hablar de los problemas o retos que enfrentamos los agentes de seguros en la actualidad. Los cuales pueden significar, sino hacemos nada, nuestra muerte como profesionales de la asesoría en seguros, lo cual no sería bueno para nadie. La banca seguros parece declarada la enemiga de nosotros, también parece que las aseguradoras nos ven como un rival a vencer, al menos eso es lo que demuestran algunas de ellas cuando deciden comercializar seguros sin la intermediación de un agente o asesor. Si a eso le sumamos las leyes y reglamentos, que cada vez se han hecho más duros para nosotros, tenemos todos los argumentos para sentirnos víctimas de las circunstancias. Sentarnos a llorar y lamentarnos por todo eso sería una opción. ¿Será la mejor? No lo creo. De hecho sería lo peor que podríamos hacer como profesionales de esta carrera. Dejar que las circunstancias sean las que definan nuestro futuro.
Lo mejor que podemos hacer es aprovechar esta crisis como una gran oportunidad para evolucionar. Lo ideal es empezar por reconocer que los retos actuales para nosotros son grandes. Debemos empezar a concentrarnos en resolver una serie de preguntas como: ¿Qué podemos hacer para ser mejores? ¿Qué debemos hacer para que los asegurados nos vean como sus aliados indispensables en la contratación de seguros? ¿Qué podemos hacer para que las aseguradoras vean como una locura que una póliza no tenga un agente asignado para la asesoría y el servicio? esto nos puede ayudar a ir generando opciones de solución que sean mejores para todos. Debemos reconocer que un excelente momento para poner a prueba nuestra profesión. Momento también de tomar acción. Debemos empezar a pensar de forma diferente. Empezar a las cosas que nunca se han hecho, porque los hechos demuestran que si seguimos haciendo las cosas igual que siempre fracasaremos en grande.
Recordemos que por ley los asegurados son clientes nuestros. No son una cartera de las aseguradoras. Si empezamos por ver que son clientes compartidos y empezamos a proponer soluciones y hacer algo importante por mejorare innovar, todos saldremos beneficiados. Además será en beneficio de quien es el más importante en todo esto: el asegurado. Recordemos que sin él no hay nada. Todavía no conozco una industria que funcione sin clientes de por medio. Dicen que el cliente manda y en esta época eso parece ser más cierto que nunca. El cliente de seguros actual parece que busca lo más barato y eso es lo que está obteniendo. Internet está ayudándole a obtenerlo. Tenemos que ayudarle a entender que el seguro más barato no necesariamente es el mejor para él.
Los agentes de seguros también podemos usar el Internet como una herramienta a favor. Hoy más que nunca podemos hacer que nuestro mensaje llegue más lejos. Tenemos que hacer que nuestra comunicación sea de calidad. Hoy más que nunca es importante crear valor en nuestra profesión. Valor a las vidas de nuestros asegurados y de los seguros en sí. Hay tanto que podemos hacer para que las cosas sean mejores que no me alcanza el espacio para explicar todas las que se me vienen a la cabeza. Mi propuesta inicial es que reconozcamos que los tiempos han cambiado y que reconozcamos que todos esos “problemas”, de los que he hablado en días anteriores, son una realidad para nosotros. Así están las cosas hoy con los bancos, las aseguradoras y los asegurados. ¿Qué sigue? Empezar a cambiarle el nombre a los problemas y bautizarlos como retos. Sentarnos a llorar no es una opción. Muchos menos en sentirnos que somos víctimas de las circunstancias.
La muerte del agente de seguros sólo será una realidad si no hacemos algo. Si no tomamos todo esto como una gran oportunidad de cambiar al mundo y dejar huella en él. ¿No decimos que nuestra misión es ayudarles a las personas a tener tranquilidad? ¿No es cierto que sepamos que hace falta crear una verdadera cultura del seguro en México? Bueno pues vamos haciendo algo por ello. ¡Vámonos volviendo un factor de cambio para que ese 2% del PIB, tan platicado, sea una realidad! ¿Qué tal si nos proponemos que sea por nuestra labor que se llegué al 3%? ¿ Un sueño? Tal vez, pero hasta el momento no se cobra por soñar. Se cobra por no hacer nada y dejar que las circunstancias nos arrastren. Hoy todavía podemos hacer muchos. Mañana puede ser demasiados tarde. ¿Qué estamos esperando?.
¿Qué se puede hacer? Mucho. ¿Has escuchado sobre los Oceanos Azules? ¿No? Yo sí, pero ese es tema para otro día.
Excelente y muy actual tu comentario.