Los seguros de vida, una apuesta a vivir.

Los seguros de vida, como todos los seguros, son un juego de matemáticas. Algunos dicen que son una apuesta; Los que afirman esto último dicen que la aseguradora le apuesta a que el cliente no se va a morir. Podríamos decir que si muere la aseguradora pierde la apuesta. Si no se muere, entonces el cliente “pierde”. Aquí cabe mencionar que, estadísticamente, las probabilidades de que en el lapso de un año una persona sana y normal muera son mucho menores a que viva. En el largo plazo esta probabilidad también es cierta. Una persona, llamémosle estándar, tiene más probabilidades de vivir muchos años que de morir de forma prematura.

Visto así parecería que las aseguradoras hacen una apuesta perversa, la cual en la mayoría de los casos siempre ganan. Como en las Vegas: “La casa nunca pierde”. La solución a simple vista sería entonces dejar de contratar seguros de vida y dejar de hacer ricas a las aseguradoras siguiendo su juego perverso. La realidad es que no es así. La realidad es que en la actualidad al contratar un seguro de vida tienes muchas probabilidades de ganarle esa apuesta a una aseguradora y, lo mejor es que puedes hacerlo sin necesidad de morirte. De hecho lo puedes hacer apostándole a vivir.

Los seguros de vida han evolucionado tanto que hoy es posible hacerle una apuesta doble a la aseguradora. Si te mueres que le paguen a tus beneficiarios y ellos ( tus beneficiarios) “ganan”. Ganan el poder continuar su vida sin problemas financieros de por medio debido a que tú falleciste. La segunda parte de la apuesta es decirle a la aseguradora que le apuestas a que vas a vivir muchos años y, si eso pasa, le pedirás que te devuelva todas las primas que le pagaste todos esos años con una ganancia adicional. ¿Qué te parece hacer una apuesta de este tipo con una aseguradora? ¿crees que sea posible?

La respuesta a la última pregunta es sí. Actualmente es posible hacer este tipo de apuesta doble y ganarla. Los seguros de vida modernos no necesitan que te mueras para darte dinero. Hoy también te pagan por vivir. Es por ello que con los seguros de vida debes apostarle a vivir.  Existen algunos que de hecho mientras más años vivas más dinero te pagan. Puede parecerte raro, lo sé, pero sí es posible que una aseguradora te devuelva todas las primas que pagaste por tu seguro de vida más una ganancia. De esta forma el seguro de vida se convierte en un instrumento financiero casi imprescindible.

Pagar anualmente por un seguro de vida deja de ser un gasto para convertirse en la mejor inversión que puedas hacer. Al pagar cada año la prima de tu seguro estarás protegiendo a tus hijos financieramente, si llegas a morir, y al mismo tiempo estarás creando un fondo de ahorro que te puede servir para tu retiro, por ejemplo. Adicionalmente puedes protegerte de sufrir, un accidente o una enfermedad, que te ocasione una Invalidez Total y Permanente que ya no te permita seguir generando ingresos. A eso que le llamo Muerte Económica. Como puedes ver ya va siendo tiempo de que empieces a ver a los seguros de vida como tus aliados, porque en realidad lo son. Lo importante es que puedas elegir el más adecuado para ti. En lo cual tal podamos ayudarte.

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