Nuestra relación con el dinero

El dinero despierta en nosotros diferentes tipos de sensaciones y sentimientos. Es capaz de generarnos felicidad o miedo al mismo tiempo. Felicidad cuando sabemos que nos va a llegar en gran cantidad, que nos puede servir para comprar algo deseado, o nos ayudará a solucionar ese gran problema financiero y dormir tranquilos. Miedo al sentir que podemos perderlo. Es tan contradictorio todo lo que el dinero es capaz de generar dentro de nosotros.
Por él somos capaces de lograr las cosas más sublimes o más detestables. Trabajar honradamente por él o incluso matar. A algunas personas les da seguridad y una sensación de poder. A otras les provoca depresión. Es común escuchar frases como: “El dinero no es la felicidad, pero como se le parece” o “Todo por el maldito dinero”.

El dinero ayuda a comprar comida y dar de comer a una familia y también para comprar droga. Ese tipo de contradicciones son las responsables de que no sepamos si el dinero para nosotros es bueno o malo. Es por eso que nuestra relación con él suele estar basada en algún sentimiento. Cuando reflexionamos sobre el dinero es posible que no sepamos qué hacer. No podemos definir claramente nuestros sentimientos hacia él. Nos sentimos confundidos. Podemos estar enamorados de él o podemos aborrecerlo. Es difícil separar los sentimientos y sensaciones cuando hablamos o pensamos en él. Es lo más parecido a una relación enfermiza. Ser objetivos se dificulta.

Nuestra relación con el dinero parece qu es de total dependencia. Es casi imposible que cuando pensamos en él lo hagamos libres de algún sentimiento. Depender de él es lo peor que nos puede pasar como seres humanos. Es algo que, sino aprendemos a controlar, nos durará toda la vida. Toda la vida trabajaremos por dinero. Eso es más grave de lo que parece. El dinero ya nos controla y puede hacerlo toda la vida sino le ponemos remedio. Debemos aprender quitarle el sentimiento, pero sobre todo a no depender de él. Eso, como muchas cosas que valen la pena, tiene su grado de dificultad.

La mayoría de nosotros siempre estamos detrás de él. Buscamos diferentes formas de conseguirlo y de que se quede con nosotros el mayor tiempo posible. La mayoría de nuestros esfuerzos diarios están dirigidos a conseguirlo. A tenerlo, en grandes cantidades si es posible. Que nunca se nos acabe, quisiéramos. Suele ocupar nuestro pensamiento la mayor parte del día. En ocasiones nos sentimos abrumados. En otras obsesionados. En el día de pago, felices. Los días más felices son los días de quincena. Deprimidos o preocupados cuando hay que pagar la tarjeta. Ese día puede ser el más largo, sobre todo si no tenemos dinero con que hacerlo.

Napoleón Hill, autor del libro “Piense y Hágase Rico”, dice que en el hombre existen seis miedos básicos. Uno de ellos es el temor a la pobreza. Éste temor nos dificulta razonar. Puede incluso hacernos perder la confianza en nosotros mismos. Cuando por alguna razón perdemos el empleo, o nuestra fuente de ingresos, sentimos que valemos menos que nuestros amigos o nuestros iguales. Cuando alguien no tiene trabajo se siente diferente. Deja de salir con sus amigos. Deja de socializar porque, conciente o inconscientemente, se siente inferior. Hasta su forma de caminar cambia. En todo el mundo pasa. En la película “Full Monty” podemos ver de lo que son capaces un grupo de desempleados del Primer Mundo por conseguir dinero. Desnudarse. En sus circunstancias ya eso el de menos.

Por otro lado cuando logramos tener dinero a manos llenas nos vamos al otro extremo. Nuestra seguridad se ve reforzada. Nuestra auto estima está por los cielos. Nuestra forma de caminar es muy diferente. Nos sentimos poderosos. Todo es posible. El mundo es nuestro. Sentimos que podemos hacer lo que nos dé la gana. Intentamos comprar todo y a todos. A veces hasta amigos. Cuando estamos en este punto es cuando más miedo tenemos de perderlo. Aunque pensemos o sintamos lo contrario. Aunque parezca paradójico nos quita el sueño. La tranquilidad desaparece. Buscamos formas de retenerlo o de acumular más. Es cuando más ansiedad y miedo tenemos y es posible que no nos demos cuenta.

Robert Kiyosaki, el famoso Hawaiano que escribió el libro de “Padre Rico Padre Pobre”, sostiene que es posible quitarle la ansiedad al asunto. Lo importante, dice, es aprender a no trabajar por dinero. A lo largo del libro incluso sostiene que es importante «Hacer que el dinero trabaje para nosotros y no nosotros para él o por él” Esas son sus premisas principales. Sobre ellas basa la mayor parte de su libro. Quitarle la carga emocional que conlleva el dinero es básico. Pocas personas lo logran. Quienes lo logran, llegan a ser son inmensamente ricos o incluso millonarios. Ellos no trabajan por el dinero. Ellos hacen que el dinero trabaje para ellos.

Lo importante es reflexionar sobre la importancia del dinero en nuestras vidas. Llevar a cabo un análisis profundo sobre nuestras motivaciones básicas en la vida. Aprender a ver al dinero como un medio y no como un fin es muy importante. Es un concepto bastante sencillo y difícil de asimilar en nuestra vida. Vale la pena preguntarnos sobre nuestras motivaciones diarias más intimas. Saber por qué trabajamos. Para qué lo hacemos. Ser honestos con nosotros mismos ayuda mucho. Conocer qué relación tenemos con el dinero nos ayuda a saber si queremos mejorar algo y quitarle angustia a nuestra vida. Uno de los primero pasos para atraerlo es precisamente esperarlo libre de sentimientos.

Esta pequeña idea de ver al dinero como un medio y no como un fin ha sido de gran utilidad en mi vida diaria. Me llevó años entenderla y le quitó angustia a mi vida. Espero que a ustedes les sirva y puedan aplicarlo es su vida diaria. Lo mejor que podemos hacer por nosotros es logra nuestra independencia financiera pero mejor aun nuestra independencia del dinero. Por favor nunca dejes que la falta de dinero te quite la tranquilidad y mucho menos que el exceso de dinero también lo haga. Nos vemos la próxima semana. Espero sus comentarios y reflexiones propias. Saludos.

3 comentarios
  1. .[.fîłłē.đĕ.ľā.ѝųîŧ.].
    .[.fîłłē.đĕ.ľā.ѝųîŧ.]. Dice:

    me dejaste pensando… no sé que más decir por el momento, tengo que "masticarlo" un rato.

    excelente post!

    saludos!

  2. Vivir como reina y gastar como plebeya
    Vivir como reina y gastar como plebeya Dice:

    Creo que a todos nos ha ido entrando en la cabeza la idea de qué relación tenemos con el dinero.
    Me parece genial que estemos en este mismo canal para poder de ahí, saltar a controlar esta relación.

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