Casa de descanso ¿Contratar crédito o un seguro dotal?

Hace unos días un amigo se me acerco para hacerme una consulta sobre un crédito hipotecario  que pensaba contratar. Él quería comprarse una casa en Acapulco. Venia regresando de vacaciones con su familia y le habían ofrecido una casa nueva en la Zona Diamante. El costo de contado de la casa era de 1 millón 450 mil pesos. Sobra decir que estaba muy entusiasmado “Es que a mis hijos y a mi esposa les encantó. Y a mi también. Me pareció muy barata” Me decía. Él tiene 32 años y es padre de dos hijos de menos de 10, tiene un buen empleo y acaba de recibir la noticia de que lo subirán de puesto. Todos los ingredientes para que el optimismo estuviera al todo lo que da.

Sin decidir amargarle el entusiasmo a mi amigo, le pregunté ¿Por qué te acercas a mí? “Pues porque  eres el “experto” y además eres mi amigo. Confío en que me vas a ayudar” fue su respuesta. ¿Te urge comprar la casa? le pregunté. “Mmmm pues no tanto” me respondió algo confundido por mi pregunta. ¿Qué tanto te puedes esperar para compararla? fue mi segunda pregunta. “Pues afortunadamente ya tengo una casa y esta sería de descanso y para vacacionar en realidad pues unos años” fue su respuesta. ¿Cuánto queda la mensualidad de tu crédito y a cuántos años es? fue mi siguiente pregunta “Me queda 10mil al mes y me piden como 400mil de enganche”  me dijo.

Debo decir que ya en esta etapa la cara de mi amigo era un poco de tristeza y confusión. Creo que se estaba preguntando por qué se había  acercado a mí para consultarme. Podríamos decir que su entusiasmo tenía dos rayitas menos que al principio. Aun así seguí con las preguntas. ¿Por qué quieres tener esa casa? le cuestioné. “Desde niño he viajado mucho a la playa y Acapulco me encanta y siempre he querido vivir algunas temporadas ahí” respondió. Hasta ahí ya teníamos un punto de apoyo. Se trataba de un sueño o meta financiera que él había tenido siempre. ¿Ya pensaste cuánto terminarías pagando en 15 años por el crédito? le pregunté “Pues como unos 2 millones 3000mil pesos” dijo.  ¿Tienes los 400mil para el enganche? seguí. “Pues me faltan como unos 120mil” respondió.

Le pregunté si había  pensado en la opción ahorrar en algún instrumento financiero para que las tasas de interés jugaran a su favor y no en su contra. Haciendo una cara de extrañeza me respondió que no. Le pedí que sacara una hoja y un lápiz. Evaluamos qué pasaría sí el ahorraba los mismos 10mil al mes durante 15 años en algún seguro dotal y qué pasaba si los ponía en un seguro de inversión Todo Terreno como le llamo al Optimaxx Plus, aquí la cara de mi amigo se iluminó y su entusiasmo regresó y con más energía que al principio. “Me encanta el dotal. Lo quiero” Me dijo después de estar un rato evaluando opciones.

Finalmente mi amigo decidió contratar un seguro dotal a 15 años que le garantizaba entregarle 1millón 500mil pesos actuales, ajustables a la inflación. Su mensualidad quedaba en poco menos de 7mil pesos. El estar protegido durante el plazo, por invalidez o fallecimiento, le gustó mucho porque quiere que, pase lo que pase, su familia va a poder comprar la casa. “Esto me viene como anillo al dedo, es mejor que un crédito” me dijo.

Debo decir que me sorprendí, porque después de una charla muy agradable de más o menos tres horas, había ayudado a mi amigo con mi conocimiento sobre seguros de ahorro para que pudiera lograr su sueño financiero. Todo esto sin querer hablar de seguros y sólo haciendo preguntas que ayudarán a aclararle su panorama. Sobre todo el ahorro que le representó la decisión. Me recordó que los seguros dotales tienen muchos beneficios que para algunas personas, como mi amigo, resultan como anillo al dedo. ¿Estás en una situación parecida? acércate a mi, en una sesión gratuita de una hora por skype podremos evaluar tu situación particular.

2 comentarios
  1. Eloy López
    Eloy López Dice:

    Lidia,

    Y una tranquilidad adicional de tener un ahorro garantizado al 100% y prácticamente con CERO RIESGOS. Eso es muy importante también.

    Gracias por pasarte por el blog y dejar tu comentario.

    Saludos,

    Eloy López

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