Cómo puede una mujer crear riqueza para su retiro
La conocí cuando yo tenía 13 años y ella unos 55. Me refería a ella como la Señora Miranda, porque era esposa Señor Miranda (de quién ayer te conté su historia).La conocí cuando yo tenía 13 años y ella unos 55. Me refería a ella como la Señora Miranda, porque era esposa del Él se refería a ella de cariño como Peny. Se conocieron cuando ella era asistente del Director General del laboratorio en México donde él llegó a ofrecer los servicios de impresión de la empresa que acaba de fundar. Hace poco me contó que se enamoró de él porque era muy divertido, muy emprendedor, un excelente vendedor y negociador y además muy guapo. me dijo una vez. Decidió casarse con él después de un año de entablar una relación y porque decidieron emprender juntos una empresa nueva y un poco más grande. Ella es muy ordenada y una excelente administradora, cosas que a él no se le daban muy bien.
Después de cinco años más o menos de trabajar como socia de la empresa logró que está tuviera dos filiales y además creciera en empleados de 3 a más de 50 en total. Su excelente manejo administrativo de esa pequeña compañía llevo a que ésta creciera unas veinte veces su tamaño y sus ingresos. El señor Miranda siempre decía que si no hubiera sido por ella él nunca se habría levantado de donde estaba. Era su consejera más cercana y a quién él le tenía más confianza. No por nada decía yo. Ella es generalmente muy metódica y sabe llevarse muy bien con la mayoría de todos los empleados y de todos los rangos y eso no es cualquier cosa.
Cuando yo la conocí fue porque ella necesitaba que alguien le ayudará por las tardes a hacer algunas cosas que requieran de sólo una tres horas por las tardes. A mi me quedaba ideal y a ella también, porque así daba empleo temporal a alguien que lo necesitaba y resolvía de paso algunas de sus necesidades de mensajería entre otras cosas. Me llamaba la atención que ella SIEMPRE tenía dinero guardado. Si alguien en la empresa necesitaba un préstamo ella era la persona indicada. Nunca le decía que no a nadie y siempre hacia que todos le firmaran un pagaré por el dinero que les prestaba. Nunca les cobraba interés y casi siempre les pedía que le abonaran “de a poquito” en la quincenas para que no se les hiciera pesado pagarle. NUNCA nadie le quedó a deber un peso.
Si alguien necesitaba un consejo sobre Finanzas Personales (En los ochenta no se llamaban así) Recurrían a ella. Entre ellos su SeguroServidor (o sea yo). Me intrigaba saber si ganaba mucho dinero. Recuerdo que la vez que le pregunté si era rica pegó un carcajada enorme y, después de reírse un buen rato, recuerdo que me dijo. “No, no soy rica lo único que hago es ahorrar un poco dinero todos los días” y ¿Para qué lo hace? le pregunté. “Principalmente para tener una vejez tranquila y no tener que depender de nadie” respondió” y yo, de preguntón como era, le dije pero si para eso le falta mucho para que se preocupa desde hoy. Soltó una carcajada de nuevo y me dijo “pues para ti que tienes 13 años si falta mucho pero para mí ya no tanto” me dijo mirándome de una forma maternal y sabia que ya no pude decir nada más esa tarde.
Otra tarde recuerdo que le pregunté que si no era rica entonces porque siempre tenía dinero. “Porque gastó menos de lo gano” Rico no es el que tiene mucho dinero sino el que gasta menos de lo que gana, algo así me dijo. Pero ¿Por qué no se gasta todo lo que gana? ¿El señor Miranda le paga todo? ( de nuevo carcajada) “No, el señor Miranda no me paga nada. La empresa me da un sueldo y me ajusto a vivir con 7 pesos de cada 10 que gano Así siempre me sobran tres pesos y los ahorro en unas canastas” Pero entonces ¿Debe ganar mucho dinero para que siempre le sobren tres pesos? le dije. “No, la clave no está en cuanto ganas sin en cuanto ahorras y por cuanto tiempo lo haces y yo llevo muchas años trabajando y guardando mis tres pesos e invirtiéndolos” fue su amable respuesta. Yo me limité a rascarme la cabeza y hacer como que entendía.
Hoy la señora Miranda tiene más de 80 años. Se retiró de trabajar cuando falleció su esposo y se fue a vivir a la playa para cuidar a sus sobrinos. Ella nunca tuvo hijos. Hoy ha logrado ahorrar, después de retirada, el total de dos pólizas educacionales por 25 mil dólares para cada uno de sus sobrinos y no solo depende de nadie sino que se da el lujo de ahorrar y de ayudar financieramente a otros. ¿Su secreto? Ahorrar siempre tres, pesos de cada 10 que genera de ingresos, y ajustarse a vivir con esos siete. ¿Un secreto más? Después de ahorrar esos tres pesos los invierte y busca hacerlos crecer. Ahorrar e invertir son dos hábitos que tiene de todos los días.
Hoy, sin tener un empleo sigue generando ingresos y teniendo más liquidez que muchos miembros de su familia. Hace unos meses que la vi me comentó que en el último año ha leído casi todos libros que siempre había querido leer con calma, porque algo que no te he contado es que ella es una señora que tienes muchos más intereses que el simple dinero. “En realidad al dinero hay que dedicarle el tiempo suficiente y después dedicarse a vivir” Es una de sus frases que siempre me ha dicho. Por hoy no pude contarte la historia de una forma corta. Me fue casi imposible. Ella, ha sido como mi segunda madre, porque de hecho me propuso algunas vez en mi infancia adoptarme. Pero esa es otra historia y no es tema para este sitio.
Antes de terminar te quiero hacer un par de preguntas ¿La historia te pareció inspiradora? ¿Te ayuda a ver que se puede tener un retiro exitoso? ¿Te ayuda a ver que el retiro no es, necesariamente una etapa fe? pero sobre todo me interesa preguntarte si te inspira a desarrollaren tu vida el hábito del ahorro? y una ultima pregunta ¿Qué te pareció la extensión de éste post? Me interesa conocer tu opinión. Mañana espera la historia de José un asegurado nuestro que vive de forma exitosa su etapa de retiro.