En seguros de vida, papelito habla

“Ponerse en los zapatos de los asegurados” es algo así como mi mantra, lema o propuesta de valor para mis asegurados. Es la forma en que busco entenderlos para transmitirles mejor los beneficios de los seguros. Entender sus miedos, sus motivaciones y sus preocupaciones.  Debo reconocer que en ocasiones, por la rutina o el día a día, no me resulta tan fácil y hasta he de confesar que de repente lo olvido o no lo tengo tan fresco. Hay ocasiones en que algo sucede y me lo recuerda.

“Los seguros de vida sirven para cumplir promesas.” Esa fue la frase Que me vino  a la mente cuando estaba sentado en mi escritorio mirando la póliza renovada de uno de mis seguros de vida. Pensaba en mis hijos y las promesas que les he hecho en algún momento de su vida. De repente me encontraba del otro lado, del lado de ser asegurado, con todos esos temores que siente un padre de familia. Buscando tranquilidad en un papelito que dice que si muero, y no puedo estar más físicamente con mis hijos, sus planes de estudiar lo que quieran no se verán truncados. Sus planes de ser músicos y crear una banda no se detendrán por falta de dinero si su papá ya no está.

Las dudas que asaltan a un padre que ha rebasado los 40 años llegaron a mí. ¿Podré seguir saludable para ellos? ¿Y si me muero antes de verlos crecer y cumplir sus sueños? son sólo algunas de las preguntas que me hacia. Parece ser que a esa edad llega de golpe toda la conciencia de lo vulnerable que uno puede ser. Es justo cuando uno se hace más consciente de su propia salud. Tener hijos pequeños hace que los temores aumenten. Parece que la incertidumbre es la compañera ideal en esta situación. Estaba en los zapatos de un asegurado. Sin duda.

El sólo hecho de leer mi póliza, y los nuevos beneficios que la aseguradora me regalaba, por ser un cliente con antigüedad, hicieron que ese miedo fuera menor. “Al menos no se quedaran tan en la calle si me muero” fue el otro pensamiento que vino a mi. Los últimos días había estado pensando que me faltaba estar asegurado por más suma. Leer este papelito me hizo sentir una tranquilidad que me hacia falta, respecto al futuro de mi familia. Yo que he escrito que si es cursi contratar seguros de vida y que hacerlo es más bien un acto de amor, pude comprobar que sí lo es.

Hacer tangible los beneficios de los seguros resulta, en ocasiones, muy difícil. Dicen el dicho que “papelito habla” y hoy ese papelito a mi me decía tantas cosas buenas. Me hablaba del compromiso que tengo con mi familia y de que el plan de vuelo que hemos trazado no se vera muy afectado si yo ya no puedo estar en él. La importancia de un Fideicomiso vino a mi mente de nuevo. Cosas que sólo se ponen en un papel “por si algo pasa”. Esas cosas que uno no espera ni quiere que pasen pero que sí puede definir cómo le gustarían que fueran si ya no está. Una especie de Ultima Voluntad.

Es increíble que las cosas puestas en papel puedan brindar alguna tranquilidad. Hacer tangibles cosas que a veces sólo están en la mente como planes o proyectos. Pues debo confesarte que eso fue lo que me brindaron esos papeles que leí y estaban en forma de una póliza de seguro de vida. Sentí tranquilidad también porque el nivel de conciencia que he desarrollado n mi vida, respecto a los seguros, ha aumentado y se ha fortalecido. Agradezco su existencia y la tranquilidad que me permiten sentir respecto a mis planes futuros con la familia. “Bendito invento eso de los seguros” pensé finalmente.

¿Para qué sirve un seguro de vida? II

Una tarde recibí la llamada de Gerardo, quien en una visita a su oficina me preguntó ¿Para qué sirve un seguro de vida?,  me dijo que quería que tuviéramos una reunión en su casa. “Después de te vi en mi oficina me dejaste pensando, y ya hablé con Gabriela. Queremos ver si no puedes visitar en la casa el próximo sábado, para que nos expliques sobre los Fideicomisos y los seguros de vida” me dijo. Acordamos la visita para el siguiente sábado a las 10 de la mañana para acompañarlos en el desayuno.

Llegué a su casa a la hora acordada. Gerardo salió a recibirme. Me paso a su jardín que es donde desayunan. Estaban ahí su tres hijos, Diego de 8 años, Fernando de 7 y Ximena de 4. También estaba Gabriela, su esposa. “Gracias por venir que bueno que llegaste temprano, toma asiento para que nos acompañes” me dijo ella. Siempre es un honor que las familias me inviten a sus espacios íntimos en donde platican sobre sus planes y proyectos a futuro, como en qué universidad les gustaría estudiaran los hijos, a dónde les gustaría viajar y todas esos sueños que sólo se comparten en familia.

Gabriela Gerardo y tienen 35 años, se casaron hace 10. Se conocieron en la universidad. Desde que se casaron les había ido económicamente bien. Podían pagar todos los gastos de la familia sin problemas. No sobraba dinero para hacer un ahorro pero no faltaba para cumplir todos los compromisos mensuales. Las escuelas de sus hijos, la natación, las clases de piano, las de futbol y todos los gastos normales de la familia los podían cubrir sin problemas. A él le deban en su empresa la prestación del seguro de gastos médicos.

Gabriela decía “Los gastos mensuales de la familia no me preocupan, lo que me preocupa es que siento que estamos en una situación muy frágil, porque dependemos cien por ciento del ingreso de él y no hemos podido hacer un ahorro como un “colchón” que nos ayude si algo malo pasa” Prácticamente se gastaban todo el ingreso mensual de él. No tenían seguros de vida que les ayudaran a enfrentar financieramente una muerte de él o de ella.  Nunca los habían contratado porque Gabriel no creía que fueran necesarios. ¿Cuánto dinero necesita la familia cada mes para vivir así? les pregunté “Pues no sé, como unos 20 mil pesos, creo” me respondió él.

Les pedí una hoja de papel y un lápiz para que ahí anotaran en todo lo que gastan cada mes. La cuenta fue de 50 mil pesos. Después de sumar, y conocer el dato final, ambos hicieron una cara de espanto que he visto muchas veces cuando les pido hacer este ejercicio. Les pregunté que si sabían ese dato exacto. Respondieron que no y que les sorprendía el dato, pues nunca se habían dado a la tarea de conocerlo. Ambos se quedaron espantados y en silencio. Finalmente le pregunté a Gerardo qué si le gustaría que su familia siguiera igual si el muere. “Sí claro que sí, sólo que es mucho el dinero que se necesita para eso” Y si te invalidas totalmente ¿Qué pasaría? “Pues no sé, supongo que sería una desgracia”

La buena noticia es que existe una forma de solucionarlo y puede ser relativamente fácil, sólo requiere de hacer unos pequeños ajustes, les dije. Un seguro de vida que provea a un Fideicomiso puede ser lo mejor. Ambos sonrieron y me pidieron que si podía explicarles más detalles…

Por cuestiones de espacio te explicaré mañana cómo solucionamos la preocupación de una posiblemente muerte económica de Gerardo y una muerte prematura. Todo esto por medio de un fideicomiso y un seguro de vida. Espera mañana el siguiente post.

Cómo funcionan los seguros de auto cuando existe un crédito

Un amigo en Ttwitter ( @Axotla) me preguntaba qué pasa con el seguro, cuando compras un coche a crédito y es perdida total antes de que lo acabes de pagar. ¿A quién debe págale el seguro esa pérdida? ¿Es correcto que le pague al banco? ¿Quién paga el deducible? son sólo algunas de las dudas que surgen para él y para quienes pueden estar en una situación similar.

Cuando adquieres un coche a crédito, tu acreedor, que bien puede ser un banco o una financiera, te pide, entre otras cosas, que el auto se quede en garantía del préstamo. Regularmente hasta se quedan con la factura. Eso quiere decir que mientras no acabes de pagar el crédito el auto todavía no es de tu propiedad. Podemos decir que es más de ellos que tuyo. Sobre todo al principio, cuando has pagado muy poco. De hecho estás obligado a contratar un seguro de cobertura amplia para que se garantice que si le pasa algo al coche, como robo total o perdida total, ellos no pierdan el dinero que te prestaron.

Dentro de las obligaciones que tienes, además de contratar el seguro, es que ellos ( los del banco ) aparecen en la póliza como Beneficiarios Preferentes. Esto es correcto y legal. Lo cual les permite saber que si el carro se pierde y la aseguradora debe emitir un pago ellos sean los primeros a quienes les pague. De esta forma garantizan el crédito que te otorgaron. Una obligación más que tienes es la de pagar los deducibles a la aseguradora. Esos también corren por tu cuenta.

Con todo lo anterior debes saber que existe la alta probabilidad de que si te roban el auto, o es perdida total, antes de que termines de pagar tu crédito aun sigas debiendo al banco. ¿Por qué pasa esto? por varios factores, principalmente porque el banco te cobra una tasa de interés y por otro lado el coche se deprecia con el tiempo. Un auto que vale 200 mil pesos el primer año el segundo año de uso ya no vale lo mismo. Su valor tiende a bajar con el tiempo. Por otro lado si el banco o la financiera te presto el total a una tasa de 10% anual terminaras pagando más de los 200 mil originales que vale el coche.

Si estás pensando en comprar un coche a crédito, o ya tienes uno, toma en cuenta estos factores. No se trata de que te deprimas. Piensa que sin seguros la cosa podría ser aún peor. ¿Tienes más dudas? ¿Quieres dejar alguna opinión? hazlo en la parte destinada para ello en este blog. Estamos enriqueciendo el contenido de este espacio y tu opinión es lo más importante. No te quedes con las ganas de expresar tus comentarios.

¿Para qué sirve un seguro de vida?

Ya he perdido la cuenta de cuantas veces me han hecho esa pregunta. La ultima vez fue la semana pasada. Sentado en su oficina y con la mirada fija en la pantalla, sin voltear a verme, me suelta la pregunta. Gerardo me pide que le explique para qué sirven los seguros de vida. Lo visito porque su esposa Gabriela me pidió que lo hiciera. “Necesito que platiques con él porque nunca ha querido contratar un seguro de vida” me dijo ella. Cuando él me soltó la pregunta sólo le respondí que sirven para muchas cosas. Por un momento pensé en usar todas esas técnicas de venta que he aprendido en los cursos. Decidí que no. El asunto no se trataba de una “venta”. Era algo más profundo y me interesaba conocerlo.

“Ya sé que Gabriela te mandó y que te pidió me convencieras de contratar un seguro de vida. Olvídalo no lo voy a hacer” me dijo. Le comenté que sí estaba ahí porque ella me lo había pedido. Le pregunté si le molestaba. “No me molesta, la verdad es que me ha mandado a tantos agentes de seguros que ya estoy entrenado y no creo en los seguros” dijo. Me di cuenta que  él seguía hablándome sin dejar de mirar la pantalla de la computadora. Me levanté y le dije que me retiraba. Sorprendido volteo a verme y me dijo que porque me iba. En realidad no me interesaba convencerlo de las bondades y beneficios de tener un seguro de vida fue lo que le dije. Ni quería quitarle su tiempo.

En ese momento dejó de teclear en la computadora y me pidió que me sentara de nuevo. Me platicó que su papá había muerto cuando él tenía 10 años y non les había dejado nada. Con mucho esfuerzo él y sus tres hermanos estudiaron y salieron adelante muy bien. No veía como un problema para su familia el que él muriera. Diego, Fernando y Ximena, sus hijos, podrían salir adelante si él faltaba. Pensaba que no les haría mal y hasta podrían ayudarle a forjar su carácter. “Además no quiero valer más muerto que vivo, los voy a hacer ricos y les voy a resolver la vida Le dije que no contratara seguros de vida mejor que elaborará un Fideicomiso. “Y eso ¿Qué es?” preguntó. Un plan de vuelo, le respondí.

Un seguro de vida sirve, entre otras tantas cosas, para proveer de dinero a un Fideicomiso y de la forma más barata posible. Te permite proveer de recursos financieros a la familia en caso de muerte prematura. Un seguro de vida te puede dotar de un ingreso en caso de una invalidez total y permanente por accidente o enfermedad. ¿Qué pasa si no te mueres pero sufres una muerte económica? ¿Te gustaría ser una carga para Gabriela y tus hijos?  Eso es peor que una muerte física porque te convierte en un dependiente económico de la familia. Para evitarte eso y para muchas cosas más sirven los seguros de vida, le dije.

Sin darnos cuenta habían pasado casi dos horas. “Platícame más y dime como puedo comprarlo” me pidió. Le dije que no, que la reunión no era para venderle nada. Le pedí que si quería verme de nuevo debería ser en su casa y con Gabriela presente. Ese día te diré para qué más sirve un seguro de vida. Salí de su oficina rápido porque ya iba retrasado para visitar a un asegurado. A ti también te platicaré otro día más cosas para las que sirven estos seguros. Por hoy debo irme. Hasta luego.

Tres puntos para una buena cobertura en seguros de auto

En días pasados, después de ver el vídeo-post en seguros de auto primero es la cobertura y después el precio un amigo me dijo “Ya no quiero tener coche!, pensé después de ver tu video y las responsabilidades que enumeraste” me dijo preocupado, bueno eso creo. No pude evitar una sonrisa porque le decía que ese no era el objetivo de lo que dije y escribí ahí. Sólo se trataba de hacer conciencia sobre lo que es una realidad y que a veces no somos consientes de ella. Si tú estás en la misma situación que mi amigo, hoy te presento al forma en que puedes solucionar eso con seguros de auto y poniendo atención en las sumas aseguradas de tres coberturas principales:

1. Gastos Médicos a Ocupantes. Lo recomendable cuando menos $500,000

2. Responsabilidad Civil a Personas. Lo recomendable es $1,000,000

3. Responsabilidad Civil a Bienes.  $1,000,000 es la recomendación

Tal vez recuerdes el Comercial sobre Seguros de auto, que sacó Banorte, donde una señora se subía a su coche y se espantaba porque venia un Doctor, un abogado, un mecánico y otra persona dentro de su auto. Todo para ilustrar que al contratar un seguro de auto adquiría muchos beneficios que no se “ven”. Esa es justo la visión que hay que tener sobre los seguros de auto y los seguros en general. Si pones atención en las coberturas tú también podrás tener en tu auto unos solucionadores de problemas si es que se te llegan a presentar.

Hoy existe una gran variedad de coberturas, y muchas opciones  de aseguradoras, lo cual es bueno y al mismo tiempo complicado. Por el exceso de opciones que tienes, puede ser difícil elegir un buen seguro para tu auto. Sobre todo uno que tenga una buna relación costo beneficio y que te d de una buena cobertura para los riesgos mayores. La recomendación es que te des tiempo de evaluar tomando en cuenta estos tres puntos que hoy te digo.

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También recuerda que si quieres contratar seguros de auto y crees que podamos ayudarte no dudes en contactarnos, podemos ayudarte con asesoría y con una serie de opciones. Por medio nuestro puedes contratar tu seguro con distintas aseguradoras. No dudes en contactarnos y con gusto te ayudamos a encontrar lo mejor para ti. Será un gusto ayudarte.