Vivir al día

Nota: Este es algo que escribí hace 2 años. Como el tema de los Blogs que sigo, es sobre la quincena, decidí publicarlo ahora porque se quedo pendiente la semana pasada. Espero les guste y les sirva. La imagen es de http://amadeo.blog.com/

Una persona que gana el sueldo mínimo, vive al día. Todavía peor, vive atrasada. Gana cincuenta pesos y se gasta sesenta. Cada día está teniendo que conseguir esos diez pesos faltantes para vivir. ¿Dónde los consigue? Pues donde se pueda. A veces prestado con la familia otras con los amigos. Cada día que pasa se atrasa más. En un mes, por ejemplo, ya debe trescientos pesos. Sólo por el déficit diario que trae y que debe conseguir diario. Vivir le cuesta.

Podríamos pensar entonces que alguien que gana cincuenta mil al mes podría tener sus problemas resueltos. Nada más alejado de la realidad. En México, según las estadísticas, el 80% de los mexicanos vivimos al día. Quiere decir que en todos los estratos sociales esperamos el día de pago para saldar nuestras deudas contraídas. La única diferencia, entre uno y otro estrato, es el nombre de los acreedores. Mientras Unos le deben a Elektra, al Banco Azteca, a los prestamistas de Fin Común y a La Señora que les vende cosas para pagar en la quincena. Otros le deben a American Express, a la Agencia del BMW, a la tarjeta de Liverpool y a la del Palacio de Hierro. Los nombres cambian pero ambos ya tienen comprometidos sus ingresos de la quincena.
La diferencia también es el monto. Mientras que para unos su deuda total asciende a $10,000 y es una fortuna, para otros esos mismos diez mil sólo representan el mínimo de la tarjeta para ese mes. Cuestión de enfoques pero en ambos casos los hábitos son los mismos. Gastar todo lo que ganamos. En ambos casos se ha empeñado la tranquilidad y no lo sabemos. En ambos casos esas deudas nos han robado el sueño tranquilo. El fondo es el mismo. La quincena empeñada. La esperamos a que llegue para salir, pero apenas llega y ya se fue de nuevo. Con una rapidez asombrosa. Entonces la esperanza la ponemos en la próxima. Un círculo vicioso. Unos se dicen victimas de las tarjetas Otros más se dicen víctimas de la Mercadotecnia. Unos más que los acreedores son unos desalmados que no entienden de los problemas que uno pasa.

Hacernos las víctimas es normal. Lo anormal es que aceptemos que es nuestra responsabilidad por tener las deudas al tope de nuestros ingresos o incluso más altas. Nos quejamos del los intereses altísimos que cobran los bancos. Nos sentimos indefensos. Por alguna extraña razón los seres humanos consideramos que nuestros ingresos son infinitos. Cuando salimos a comprar tenemos esto en mente. Difícilmente nos consideramos como parte de un todo, donde nuestros ingresos son limitados. Si cuando gastáramos, lo hiciéramos bajo ésta premisa, a la hora de la quincena estaríamos más tranquilos. Estaríamos desarrollando lo que se conoce como Inteligencia Financiera.

La Economía en su Modelo Considera al ser humano como un ser racional. Sostiene que el ser humano forma parte de un gran sistema en el que trabaja para obtener ingresos para sostenerse a él y a su familia. Considera que el ser humano después de obtener ingresos por su trabajo, buscara intercambiarlos por otros bienes y que al hacerlo se decidirá racionalmente por aquellos que le brinden el mejor costo-beneficio por su dinero. Es más, que lo hará de una forma concienzuda. Nada más alejado de nuestra realidad.

La mercadotecnia en cambio considera a los seres humanos con ingresos finitos o limitados, es por eso que cuando los mercadólogos crean un producto hacen todo lo posible por ganar la preferencia de una persona por sobre su competencia. Es común que se hable de guerra entre compañías a la hora de ganarse a los consumidores. Hacen todo lo posible porque esos ingresos que tiene una persona los dedique en parte a adquirir su producto. Un punto de participación de mercado representa millones de pesos. Mientras tanto el consumidor se encuentra en medio de esa guerra con miles de opciones en las cuales gastar su dinero. A la hora de querer comprar se le hace poco el ingreso que tiene y por eso gasta más de lo que genera. Como podemos ver parece que estamos en medio de dos Modelos que nos tienen como rehenes.

Es difícil elegir entre tantas opciones y además hacerlo de una forma razonada. ¿Dónde está la conciencia, cuando nosotros estamos en la tienda, con esa tentadora oferta de Meses Sin Intereses del producto que “tanto nos hace falta” y la tarjeta a la mano? Parece que se hace la perdida y nosotros no hacemos mucho por buscarla. Parece difícil, pero es mucho más fácil de lo que parece. Sólo debemos aprender a ejercer nuestro poder de decisión. Decir que no.

Quisiera compartir con ustedes un remedio fácil y rápido pero lamento decirles que no puedo. No lo he encontrado. En estos casos es, como en muchas cosas, a base de prueba y error. Existen muchas técnicas para solucionarlo pero sólo son eso, técnicas y no soluciones. Debemos preguntarnos si eso que estamos por adquirir en realidad contribuirá en algo a que podamos dormir más tranquilos. Si nos ayudara a ya no vivir al día.
Tener sólo una Tarjeta de Crédito ayuda. Hacer un Presupuesto y sobre todo respetarlo es básico. Pero bueno esos son temas de otra reflexión. Debemos saber que nuestros ingresos tienen un tope. Que no podemos comprar todo lo que creemos que necesitamos. Debemos revisar nuestras necesidades básicas y preguntarnos si están satisfechamente cubiertas. Espero haber contribuido, aunque se un poquito, a que esa próxima vez que estén tentados a aceptar esa oferta si quiera se pregunten ¿Yo vivo al día?.

El Agente de Seguros y el Ejecutivo Bancario

Existen algunas dudas sobre las diferencias entre comprar un Seguro. Con el Banco o con un Agente.

El Agente de Seguros

Existen profesiones que de niño es difícil imaginar. Por ejemplo, nadie quiere ser Arbrito de Futbol. No recuerdo tampoco que alguien dijera que de grande quisiera ser Vendedor de Seguros. De hecho es de las profesiones por las cuales se le reconoce a una persona como un fracasado. “Le fue tan mal que anda vendiendo Seguros” es una expresión común. Lo anterior es sólo una de las causas por las que hay tan poca cultura sobre los Seguros en México.

Actualmente en México existen 31,970 Agentes de Seguros; de los cuales 25,370 tienen Cedula Definitiva y el resto sólo Cedula Provisional o sea tienen entre uno y dos años dedicándose a esta profesión. Es una Profesión que tiene un alto índice de deserción y que al mismo tiempo muy poca demanda. Sólo cuando alguien queda desempleado y es mayor de 40 años puede pensar en dedicarse a los Seguros. No antes

En el Distrito Federal es el lugar donde más personas se dedican a esto. Le siguen Guadalajara, Nuevo León y después el Estado de México. Entre todas ellas concentran más de la mitad de los Agentes Definitivos.

Un Agente, o Vendedor de Seguros, tiene una Función Social difícil de ser reconocida. Debe cumplir con la parte de concientizar a la sociedad, o al menos a las personas que visita, sobre la importancia de la previsión. Debe, al mismo tiempo, contribuir a incrementar la cultura al respecto de estos Instrumentos Financieros. Pero también debe preocuparse por cumplir con metas de ventas para poder subsistir. Su remuneración es 100% comisión. No existe sueldo fijo.

Esa es parte del incentivo para hacerlo atractivo, pero puede ser al mismo tiempo el inicio de un Circulo Vicioso; donde le da más importancia a la Comisión que a la Asesoría. No son empleados de las Compañías. Trabajan por Cuenta Propia y son Representantes de la Compañía de Seguros. Una especie de Franquicia.

Recuerdo que cuando decidí dedicarme a esto tenía 25 años. Empecé esta Carrera en 1995, un año difícil para la Economía del país. A pesar de tener aparentemente muchas cosas en contra me fue muy bien. Recuerdo que antes de entrar a Seguros tenía mucha renuencia a hacerlo. Sí, yo también pensaba que esto era algo para fracasados. Estaba muy equivocado, afortunadamente. Me dí cuenta de que, como en muchas profesiones, existen muchos prejuicios y mitos.

Conocí a muchos PROFESIONALES de verdad. Personas que me enseñaron que para hacer carrera en esto, había que estudiar todos los días, que había que prepararse cada día capacitándose, había que estar dispuesto a salir a tocar puertas y hacer llamadas sin que nadie quisiera escucharlo. Pero que si uno lograba perseverar, las satisfacciones obtenidas no se comparan con ninguna otra profesión. Tenían mucha razón.

Es una carrera que requiere mucho mayor rigor que muchas otras. Requiere de una Cedula para operar y que se tiene obligación de renovar cada 3 años mediante examen.

La primera pregunta que considero deben hacerle a un Agente cuando los visita por primera vez es ¿Cuantos años tienes dedicándote a esto y cuántos más piensas quedarte?Eso les dará mucha luz sobre con quién están haciendo un trato.

Como saben el Tema de la Semana será el Agente de Seguros. Intentaré aclarar las dudas principales que considero al respecto de mis colegas. Aun así les pido puedan seguir enviando sus dudas, o dejando sus comentarios, para saber cuáles son sus comentarios al respecto.

La Millonaria Clase Media

Cuando pensamos en la Clase Media, puede venirnos a la mente la imagen tradicional de una Familia Tipo. Un matrimonio, con dos o tres hijos, ambos padres trabajan, tienen una hipoteca, una cuenta bancaria, los hijos asisten a escuelas particulares, los fines de semana comen fuera de casa, salen de vacaciones una o dos veces por año, renuevan su ropa una vez al año, los hijos toman algún actividad (adicional a la escuela) a la semana. Pagan Impuestos. En fin es una familia que, por sus ingresos, no se pude considerara ni pobre ni rica. Le alcanza para pagar todo lo necesario. No les falta dinero, pero tampoco les sobra. Se gasta todo.

Hace más de cinco años, asistí al cumpleaños de un amigo. Conversando con uno de los invitados me decía que la Clase Media es la más jodida, pues es la única que paga impuestos y es a la que menos pelan. Los pobres por ejemplo, por sus ingresos no se les cobran impuestos. Los grandes empresarios que ganan mucho dinero, generan estrategias fiscales que les permiten pagar muy pocos impuestos. Estaba muy enojado porque, en el aquel entonces, acababa de aprobarse la primera Reforma Fiscal y a la Clase Media no le fue tan bien. El ochenta por ciento de Base de Contribuyentes formales está formada por Personas Físicas que pertenecen a ésta Clase. Su plática, además de amena, me dio datos interesantes. Desde entonces me he dedicado a observar a esta Clase Social y he descubierto cosas muy interesantes.

La mayoría de nosotros nos encontramos en algún nivel de esta Clase. Somos Media-Baja, Media-Media o Media-Alta. Dependiendo de dónde nos encontremos ubicados en la clasificación podremos adquirir cierto nivel de cosas. Mientras que algunos pueden comprar Casas Geo en Ixtapaluca, otros se pueden comprar un departamento en la Colonia del Valle. La natación de los hijos, por ejemplo, algunos las toman en las Delegaciones otros asisten a las Acuáticas de Nelson Vargas. Para la universidad, algunos podrán pagar el Unitec otros el Tec. Unos pueden comprar su ropa en Suburbia otros en Liverpool o El Palacio. Como sea, es una clase que gasta dinero. Muchas empresas viven del dinero de esa Clase.

Lo que hace crecer a las economías es principalmente el consumo. Estados Unidos es considerado el país más consumista a nivel mundial. Esta es una de las razones por las que su economía es una de las más fuertes. Si se les cae el consumo empiezan con sus recesiones. En México el asunto es un poco diferente pues a pesar de tener uno de los niveles más altos de consumo no tenemos un crecimiento económico importante. La distribución de la riqueza es un poco diferente. En Estado Unidos además de consumir, ahorran. Una parte importante de la Clase Media Gringa obtiene ingresos adicionales de sus inversiones derivadas del ahorro. Fondos de Inversión, Acciones , Planes de Retiro, en fin muchos opciones. En México el problema es que no ahorramos o lo hacemos muy pocos y mal. El nivel de ahorro de nuestro país es bajísimo comparado con muchos países no sólo con Estados Unidos.

Las empresas que le venden a la Clase Media mexicana son millonarias. Nosotros las hacemos millonarias. Mientras gastamos todo nuestro ingreso mensual en ellas, nosotros nos quedamos sin un peso y ellas se siguen haciendo ricas con nuestro gasto. Todas las empresas a las que les compramos son gigantescas. Telmex, Telcel, Wal-Mart. Un dato actual: Liverpool prevé cerrar 2007 con inversiones por 300 millones de dólares y la apertura de 10 tiendas departamentales, lo que le garantiza el control de casi 65% del mercado mexicano.

A la Clase Media le gusta gastar. Ese es uno de sus logros sociales pero también es la razón de que no dé el brinco al siguiente nivel socioeconómico. La mayoría de las veces nos gastamos todo lo que ganamos. Si nuestros ingresos suben, nuestro consumo también. Estamos haciendo millonarias a las empresas que les compramos y nosotros no subimos mucho.

La reflexión importante es para nosotros. ¿Por qué decidimos gastarnos todo nuestro ingreso sin hacer una reflexión importante sobre ello? Juntos mantenemos a empresas millonarias y nosotros no tenemos liquidez y ni siquiera somos ricos. Estas empresas llevan a cabo algo que las hace ser exitosas. Hacen planeación, Investigan dónde van a invertir, analizan muy bien sus decisiones y sobre todo están al pendiente de situaciones que puedan amenazar su operación y también de oportunidades que las puedan hacer crecer. La mayoría controla al máximo su gasto. Tienen un presupuesto anualizado y tratan de respetarlo al máximo. ¿Por qué nosotros no manejamos nuestras finanzas personales igual a la de ellos? Parece complicado pero es bastante sencillo.

Podemos manejar nuestras finanzas personales igual que una empresa exitosa, sólo es cuestión de observar y de cambiar hábitos. Todo lo que ellas hacen es replicable a nivel familiar. Las empresas exitosas analizan sus recursos y buscan obtener el mejor rendimiento. Y sobre todo están decididas a crecer. Imagínense que como familia estuviéramos decididos a hacer rentable a nuestra familia. Puede sonar chistoso pero si pueden comparar todas las áreas de una empresa exitosa con las de una familia puede ser que salgamos ganando.

Tener una Misión, una Visión unos Valores. Metas a mediano y Largo Plazo. Un presupuesto. Optimización de recursos. Mejora Continua. Retorno de Inversión. Planeación de Impuestos y muchas cosas más. Conceptos que parecen abstractos pero son muy aplicables a nivel familiar. Si logramos aplicar algunos conceptos de estos saldremos ganando una visión más amplia de nuestras finanzas y un alcance mayor.

Esta reflexión es sobre algo que ya llevo tiempo analizando e intentando aplicar. Les comparto que no me ha ido mal. El ejercicio me resulto de inicio ameno, me saco de la rutina y sobre todo me dio algunos resultados que me han puesto feliz. Me he llevado bastantes sorpresas agradables al hacerlo. Espero que pueda servirles y sobre todo que puedan compartirme sus experiencias propias para poder enriquecer mi opinión. Los veo la próxima.

Las semillas y el dinero

Si fuéramos agricultores, las semillas tendrían una importancia básica en nuestra vida. Nos importaría la calidad de las semillas que tenemos y la cantidad. Las semillas tendrían gran valor porque de ellas depende una buena cosecha. Buscaríamos sembrarlas en la mejor tierra posible. En la más fértil. Lo haríamos en la época del año más propicia para ello. En fin, cuidaríamos todos los factores posibles para que los frutos que se nos dieran fueran de mucha calidad. Saber dónde, cuándo y cuánto se vuelve relevante.

Si somos buenos agricultores al final de la cosecha guardaríamos las semillas de mayor calidad para la próxima siembra. En los viñedos franceses cuidan en extremo las plantas que consideran como la Raíz Madre. Es más no la tiene a la vista. En algunos casos está guardada en un lugar alejado al viñedo. Es como la formula de la Coca-Cola, muy pocos saben donde está. Lo hacen porque saben que aunque el viñedo se queme totalmente, o por alguna razón se destruya, ésta pequeña planta les ayudara a empezar de nuevo. Quien haya visto la película » Beso Francés», con Meg Ryan, sabrá de qué hablo. La trama completa se basa en una pequeña plantita de éstas que les platico. En otra película, «Un Paseo por las Nubes», la desgracia del incendio que ocurre en el viñedo se hace menor cuando se dan cuenta que se salvó la Raíz Madre. Espero las hallan visto para estar en contexto.

Hasta aquí se preguntaran ¿Qué tiene que ver todo esto con el dinero? Mucho. Si aprendemos a ver el dinero como semillas, sabremos algo muy valioso para nuestra vida. Si gastamos el dinero en algo que no tiene un valor, o no nos devuelve algo de valor, pues lo estaremos sembrando en tierra mala. Si sólo nos dedicamos a gastarlo tal como nos llega, estaremos desperdiciando nuestras semillas. Las estaremos tirando sin preocuparnos por nuestra Planta Madre o nuestras Semillas Base.
Si el dinero lo equiparamos a las semillas estaremos aprendiendo a invertirlo. Siempre buscaremos donde nos pueda dar los mejores frutos, donde exista el menor riesgo de perderse la cosecha. Buscaremos la mejor tierra para sembrar. Lo haremos cuando sea el mejor tiempo para hacerlo. Buscaremos saber cuál es la cantidad ideal para obtener frutos. Le procuraríamos los nutrientes necesarios para que crezca mejor. En fin, nos preocuparemos de más factores a la hora de deshacernos de él. No tomariamos decisiones tan a ligera y mucho menos por impulso.
Invertir es similar a sembrar. Un agricultor es un inversionista de semillas. Una inversión es algo que crece y con el tiempo da más frutos. Obtenemos algo de él después de sembrarlo. Si usamos estas dos analogías debemos vernos cómo inversionistas del dinero que generamos.
En ocasiones creemos que ser inversionista es cosa de millonarios. No lo vemos como algo a nuestro alcance. No es tan difícil aprender a serlo. Sólo tenemos que aprender en cuál tierra es mejor sembrar, cuándo es mejor hacerlo y que cantidad sembrar. La tierra es el instrumento donde elegimos poner nuestro dinero a crecer.
Aprender cuándo hacerlo es muy importante. Saber cuánto tiempo debemos esperar para que dé frutos y madure, es vital. La paciencia es clave. Mario Borghino, en su libro «El Arte de Hacer Dinero», menciona que la mayoría de las personas no saben «hacer dinero con el dinero». No importa si son pobres o tienen » megasueldos» o «megaingresos». La situación económica no importa. Lo importante es cómo nos percibimos nosotros. Como trabajadores simplemente o como empresarios inversionistas. La diferencia es mucha.
Recomienda aprender la profesión de inversionista.Pude ser fácil, si vemos este nuevo aprendizaje como un hobbie. Lo hará placentero. Lo podemos comparar con aprender un nuevo idioma. Las clases se hacen amenas cuando aprendemos algo por gusto, como por ejemplo tocar guitarra, clases de cocina. En fin lo importante es hacerlo divertido. Empecemos dedicándole un par de horas a la semana. El esfuerzo no es tanto y el beneficio muy grande. Lo veremos como algo divertido.
Hacer crecer dinero será un reto y no una obligación. Aprender a diferenciar muy bien un gasto de una inversión es básico. Un gasto es algo que ya no vuelve. Una inversión es algo que nos devolverá algo en algún momento. Entender esas diferencias básicas, nos ayudará a tener una visión diferente del dinero.
Cuando estemos pensando en gastar en algo nuestro dinero es importante preguntarnos si es un gasto o una inversión. Debemos saber si nos va a regresar algo de lo que estamos gastando, aunque sea de otra forma. Invertir en una buena educación, por ejemplo, nos da ganancias de otro tipo, no necesariamente económicas, aunque también lo puede hacer. Las semillas sembradas nos darán un fruto diferente. Una buena inversión conserva el valor del dinero en el tiempo. Ésta es otra de las pequeñas cosas que he aprendido con el tiempo y que me ha sido de utilidad.
Por cuestiones de espacio, y para no aburrirlos, no profundizo sobre los lugares donde es mejor sembrar, dependiendo de las necesidades de cada quien. La próxima semana compartiré con ustedes algunos de esos buenos lugares donde se pueden sembrar y sobre qué debe tener una buena inversión. Como siempre, espero que estas pequeñas ideas sean de gran utilidad para ustedes. Espero su retroalimentación.