Los niños y el dinero
Al final de la semana pasada leí en el Blog de Roberto Morán sobre si los niños deben ahorrar. Reflexioné al respecto del tema. Pensé en mis hijos. Estaba convencido de que sí deben hacerlo. No estaba de acuerdo en que lo hicieran por medio de las estampas que pretenden darles en la SEP.
Mis hijos me dieron una sorpresa. Querían comprarse un juguete de la película de Transfomers. Su mamá les dijo que no tenía dinero. Ellos recordaron que tenían $30 pesos, que recibieron como Domingo de parte de su abuelo. Les faltaba algo así como $60 pesos para el juguete. Mi hijo mayor, de nueve años, pensó en que la mejor opción era multiplicar el dinero. Ideó vender dulces para completar el resto. Es importante mencionar que no es la primera vez que lo hace. Ahora invitó a su hermano, que tiene tres años.
Invirtieron los $30 pesos en comprar Pulparindos y Galletas Mamut. Hicieron paquetes de a 5 pesos. El primer día ganaron $60 pesos. Al final de la semana generaron una de ganancia $300 pesos. Multiplicaron su capital inicial 10 veces, con una hora diaria de trabajo; digamos dos. Con sus ganancias se compraron dos juguetes, se fueron al cine a ver Harry Potter con todo y palomas. En la noche del viernes terminaron la semana festejando en Burguer King, con hamburguesa y todo, y después cenando en los tacos.
Estuve muy tentado a decirles que guardarán su dinero y que lo invirtieran en una cuenta y lo hicieran crecer, o algo parecido. Me dediqué sólo a observarlos. Me quedé callado y aprendí muchas cosas al respecto. Tenían un primer objetivo y lo alcanzaron; se dieron cuenta que sí pudieron y se pusieron otro más y lo lograron. Decidieron festejar su esfuerzo y no podía privarlos de hacerlo.
Creo que en las finanzas, como todo en la vida, a los niños primero deben divertirse y después tener ciertas responsabilidades. Estuve muy tentado a decirles que ahorraran pero me sorprendió ver que además se están volviendo compradores inteligentes. En la siguiente semana les hablare sobre “el juego” de las inversiones y lo divertido que puede ser para ciertos objetivos mayores.
La experiencia ha sido bastante agradable, adicional a que me ha cambiado la forma de pensar sobre su futuro. Creo que si los sigo apoyando a que logren sus metas financieras pues terminaran pagándose solos su propia educación. Creo que serán el mejor Seguro Educacional que pueda tener. Es sólo una idea inicial que requiere de ser pulida pero creo que un ahorro para su educación lo podré dedicar para que inicien su propio negocio, que les ayude para pagar su Universidad.
Pensé en eso porque acabo de terminar la Universidad y tengo varios amigos que desde los 18 tienen su propio negocio, y con él se pagaron sus estudios. Creo que mis hijos con guía adecuada podrán ser de ese grupo de jóvenes.
Se me ocurre que si canalizamos ese esfuerzo de forma adecuada llegarán a los 18 años siendo independientes financieramente. Para el mayor me quedan 9 años para lograrlo y para el menor 15. Creo que es tiempo suficiente para volverlos Inversionistas. Que aprendan todo lo relacionado a cómo hacer que el dinero trabaje para ellos.
Quiero decirles que me siento muy orgulloso de ellos además de que tengo un reto por delante bastante retador. Que además me queda mucho por aprender sobre cómo los niños ven el dinero. Los veo la próxima. Dejen sus comentarios.